Prisión preventiva y tortura
¿Por qué las personas en detención preventiva corren más riesgo?,
OSJI, 2011
La tortura a presos sin condena es una práctica común en las cárceles del mundo; es decir, las víctimas son en especial personas que de acuerdo con el Derecho Internacional son inocentes mientras un juez no determine su culpabilidad, pero a quienes policías y agentes ministeriales suelen obligar a auto inculparse por ese cruel medio de coerción.
Tal violación sistemática al principio de presunción de inocencia es propiciada, entre otros factores, por «sistemas de justicia penal que privilegian la confesión como ‘prueba reina’», «ineficaces defensores públicos» y «funcionarios mal entrenados y pagados que no cuentan con capacitación moderna sobre métodos de investigación criminal».
De esto da cuenta el informe Pretrial Detention and Torture: Why Pretrial Detainees Face the Greatest Risk [Prisión preventiva y tortura: ¿Por qué las personas en detención preventiva corren más riesgo?] [junio 2011], de la Campaña Global por la Justicia Previa al Juicio, de Open Society Justice Initiative.
Aparte de un contexto general sobre la aplicación arbitraria de la prisión previa al juicio a nivel global, dicho informe incluye recomendaciones específicas para, en el largo plazo, eliminar su aplicación extensiva, y en el corto plazo «disuadir el uso de la tortura para obtener confesiones de presos sin condena».
Entre las recomendaciones se cuentan «no considerar la confesión como prueba fundamental en el proceso penal», «dotar de una defensa legal pública eficaz y pronta a los imputados» e «implementar mecanismos independientes de supervisión y monitoreo en los centros penitenciarios».